26 nov 2009

Moinantes, Chorizos y otras hierbas





















Las imágenes corresponden a Sam Davis y su "Roxy" en la Vendee Globe 2008

(Esta "niña" siempre me cayó bien por su alegría navegando, aparte lo otro)




Si, esta parida está dedicada a la clase política.

Naturalmente, como siempre veo la botella medio llena, prefiero suponer que la gran mayoría de los políticos son honrados ciudadanos que están en política porque tienen la aspiración de mejorar la calidad de vida de sus administrados.

Aparte lo anterior me llama la atención y me deja algo perplejo y atontado, además de defraudado, la noticia aparecida en la prensa hace unos días.

“La justicia tramita 730 causas por corrupción con políticos implicados”
(La Voz de Galicia 19/11/09)

“La justicia tiene abiertas en Galicia 86 investigaciones que afectan a mas de 100 cargos públicos”
(La Voz de Galicia 21/11/09)

A ver. Si las personas que hemos elegido para gestionar el país (y el dinero del mismo, que al fin y al cabo es el nuestro) no están a la altura de las circunstancias y se comportan como rateros; ¿qué podemos esperar del ciudadano común, corriente y vulgar?
¿Qué pague escrupulosamente sus impuestos? ¿Para qué? ¡Si parte de ellos se los van a “chorizar”!

No se me ocurre creer que todos los políticos que en una o mas ocasiones “tragaron” de lo público estén todos en el trullo, ni siquiera esperando juicio, por lo que me supongo que hay un montón de ellos que se van, se están yendo o se fueron “de rositas”.
No se cuantos podrían ser los que “trincaron limpiamente” pero me imagino que quizás mas de los que se sabe.

Lo que mas me jode de todo este “sucio” asunto son las pequeñeces de las penas impuestas. Si llegan a imponerse, que esa es otra.

No es igual robar “de oficio” como cualquier ladrón “honrado” que robar aprovechando el “carguillo” o el cargo.
En estos casos las penas deberían ser ejemplares y la guillotina sería un buen elemento disuasorio.


Home, decepcionadillo with so many chupópteros around me. 26/11/09

19 nov 2009

Sobre el jodido trabajo



Dicen muchos personajes, que pasan por ser inteligentes entre la multitud o gran masa, que el trabajo enaltece, forma, eleva y hace al hombre, o mujer útil a la sociedad.
Lo que no queda tan claro es lo que la sociedad hace por el hombre o la mujer que trabaja.
En principio le paga un sueldo, a veces de miseria y otras veces, las menos, de escándalo. No hay más que ver el de algunos políticos, directivos bancarios o de multinacionales.
Estos últimos, además de cobrar lo que no ganan, tienen un sinfín de prebendas adjuntas a sus salarios, contratos blindados, coche oficial, pensiones de escándalo, sin que en muchos casos la cotización a la seguridad sea la exigida al común de los mortales, etc. En el caso de que haya sido ministro, o del gremio, apaga y vámonos.
El caso de los currantes de a pié es completamente diferente. Cobran, en la mayoría de los casos, un salario de subsistencia e incluso miseria. Trabajan, algunos, hasta deslomarse. Si quieren llegar a cobrar una pensión (digna o no tanto) tienen que cotizar a la S.S. un mínimo de 35 añitos y no morirse antes de los 65 años.
Si nos referimos a los trabajadores autónomos el panorama es bastante peor todavía.

A ver. Está bíblicamente claro que el trabajo es un castigo divino. “Ganarás el pan con el sudor de tu frente, etc.” Y me pregunto; ¿Desde cuándo el castigo enaltece, forma, eleva, etc.?
Lo que me jode es que algunos mitigan el castigo divino a base de muchos Euros.

Para terminar, un pensamiento políticamente incorrecto:
Si ser puta, o puto, (aquí hay hacerle caso a la ministra del ramo) significa vender nuestro tiempo y nuestro cuerpo ¿qué hacemos trabajando por un salario? ¿Acaso somos todos putas o putos?
Home, sometimes sweet home, on 19/11/09